La bomba atómica es un crimen de guerra por definición. Cuando un país decide lanzarla, su poder de destrucción no discrimina entre civiles y militares. Sucedió en Hiroshima y Nagasaki. La gran mayoría de las víctimas fueron mujeres, niños y ancianos. De la mayoría de ellos no quedó nada.
Entre el apocalipsis atómico o un millón de muertos
por José Miguel Rodriguez | Ago 2, 2020 | 2020, Agosto 2020, Historia en prensa | 0 Comentarios