Los escarceos eran bien conocidos por su consorte, que poco pudo hacer más que pedir ayuda divina: «Solo Dios puede castigarle»
https://www.larazon.es/cultura/20201115/iq52v6fzpjgafkunlmjmp6q4em.html
Los escarceos eran bien conocidos por su consorte, que poco pudo hacer más que pedir ayuda divina: «Solo Dios puede castigarle»
https://www.larazon.es/cultura/20201115/iq52v6fzpjgafkunlmjmp6q4em.html